La tarjeta de crédito revolving o abusiva, como su nombre indica, no deja de ser una tarjeta de crédito que puede funcionar como una tarjeta de crédito al uso. Lo que lo complica es que, a diferencia de las tarjetas de crédito cotidianas que todos conocemos (que se limitan a aplazar varios cargos hasta una fecha determinada y llegado el momento descontar la deuda completa de nuestra cuenta), estas llevan preconcedido un préstamo que podemos utilizar para aplazar pagos. Una tarjeta de crédito revolving se puede usar de varias formas.

Lo único que necesitas es:
1. El contrato de la tarjeta que firmaste con la entidad o los emails confirmatorios (si no tienes el contrato, nosotros lo podemos solicitar)
2. Los recibos mensuales o los movimientos bancarios donde aparezca dichos cargos.
3. Si ya la has presentado, la carta de reclamación.

Existen entidades que conceden Prestamos Rápidos y de forma muy sencilla, mucho más que los bancos tradicionales, la mayoría de estas entidades forman parte de grandes grupos financieros. En realidad, no deja de ser un préstamo personal, pero con un tipo de interés muy superior a los créditos tradicionales. A estos instrumentos se les conoce habitualmente como «Microcréditos», «Mini créditos», «Créditos Express» o «Préstamos Rápidos»..

Por suerte al tratarse de un producto tan abusivo y tan poco trasparente existen numerosas sentencias que dan la razón a los perjudicados. Por eso si te han engañado con uno de estos productos tienes oportunidad de recuperar tu dinero. Puedes poner una reclamación para que sea considerado usurario y nulo, lo que te hará beneficiarte de dos cosas:
1. Conseguiremos anular tu préstamo para garantizarte que solo tendrás que devolver la cantidad que te han prestado, sin ningún tipo de interés. Es decir, si pediste un microcrédito de 500 euros, solo tendrás que devolver 500 euros, sin ningún tipo de interés.
2. La devolución del dinero pagado de más. Es decir, si ya has pagado alguna mensualidad de la deuda, te devolverán los intereses que hayas pagado en dichas mensualidades.
Con dicha reclamación eliminamos tu microcrédito, de manera que solo deberás abonar el importe del préstamo sin ningún tipo de interés. Porque si ya has pagado cuotas recuperarás el dinero que has pagado de más.

Lo único que necesitas es:
1. El contrato firmado con la entidad o emails confirmatorios (si no tienes el contrato, nosotros lo podemos solicitar vía judicial).
2. Los recibos mensuales o los movimientos bancarios donde aparezca dichos cargos.
3. Si ya la has presentado, la carta de reclamación.

Lo que sucede con estos productos es que suelen tener intereses muy altos (superiores al 20% TAE que a veces pueden alcanzar el 4.000%) y por tanto son abusivos (usurarios), ya que son mucho mayores que los que registra el banco de España para los créditos persónales. Las tarjetas revolving son reclamables por su falta de trasparencia y abusividad.

Todos hemos oído hablar de préstamos al instante de pequeñas cuantías para hacer «realidad nuestros sueños», muchos de ellos como Cofidis, Creditea, Vivus y Wizink, se anuncian en la televisión. Parece un producto atractivo e inofensivo, pero oculta un lado peligroso y oscuro que no nos mencionan y es que los créditos de cuantías pequeñas que se devuelven en un periodo relativamente corto, no cumplen la Ley de contratos y créditos al consumo, la cual regula y obliga a limitar los intereses para protección del usuario. Por este motivo, al no estar limitados en este tipo de producto, nos aplican unos intereses tremendamente altos. Como hemos apuntado, el verdadero problema de estos productos es que suelen tener intereses escandalosamente altos (pueden ocultar un TAE superior al 4.000%). Esto se traduce en que, si pedimos un microcrédito de 200 euros, este se puede convertir en una deuda de 1.000 euros en cuestión de días, lo que hace que entremos en impago y en más comisiones lo que aumentará la deuda de manera exponencial, en semanas deberemos una cantidad completamente desorbitada que no podremos asumir y que seguirá aumentando, lo que hace que muchos usuarios pidan otro microcrédito para pagar el primero. Una espiral de deuda difícil de asumir, muy parecido a lo que sucede con las Tarjetas Revolving.